jueves, 8 de noviembre de 2007

NOTICIA

Damnificados de Chiapas improvisan viviendas
Invadidas por el sentimiento de abandono gubernamental, decenas de familias afectadas por el huracán Stan en el municipio de Siltepec, en la sierra de Chiapas, han retornado a sus viviendas dañadas en zonas de riesgo o han construido pequeñas chozas con techos de lámina y "paredes" de nailon en terrenos prestados.
Después de mes y medio de ocurrido el desastre, allí reinan la falta de coordinación interinstitucional y la desorganización de las dependencias encargadas de atender la emergencia.
Históricamente olvidados por las autoridades estatales y federales, la tercera parte de los 40 mil habitantes de Siltepec sufrieron daños. Muchas comunidades continúan incomunicadas y los pobladores reprochan el abandono gubernamental.
De las casi 700 personas albergadas los primeros días después del desastre, esta semana sólo quedaban 54 en el auditorio municipal, pero su futuro es incierto, pues, aseguran, el gobierno no les ha dicho si les va a construir casas nuevas o qué van a hacer con ellos. ''Ni siquiera les han pagado a los de la cocina comunitaria como prometieron.''
Los de Toquián, por ejemplo -donde los derrumbes y las grietas en el cerro acabaron con muchas casas y hasta con el panteón-, han comenzado a regresar a sus viviendas dañadas o en zonas de riesgo, o bien a buscar algún pedazo de terreno menos inseguro donde construir una choza provisional. Otros están refugiados con familiares o amigos.
A la comunidad Vega de Guerrero -a 45 minutos de la cabecera y donde el río se llevó 43 viviendas- también ya regresaron los cientos de afectados. Algunas familias han construido, con sus precarios recursos, modestas chozas con techos de lámina y de nailon que no las protegen del frío, menos de la lluvia.
Conforme se avanza hacia las comunidades más alejadas de la cabecera se observa que la situación es aún peor para los damnificados. Es el caso de Honduras -a dos horas y media de la cabecera por una deteriorada carretera de terracería-, donde están albergadas 36 familias originarias de Nueva Argentina, desde donde llegaron el 9 de octubre después de caminar 12 horas por veredas y cruzar ríos con lazos, pues la zona quedó incomunicada. La otra mitad de la población se quedó allá.
Estas familias, que permanecen en la bodega de café del ejido padeciendo la falta de agua y leña, están convencidas de que no podrán regresar a vivir a su comunidad, porque las casas fueron destruidas y no es posible reconstruirlas, pues es zona de riesgo.
La situación para estas familias -180 personas- es cada día peor, porque los habitantes de Honduras los presionan para que abandonen el albergue. Argumentan que no hay agua ni leña suficiente para que continúen en ese lugar. La solidaridad de las primeras semanas se ha ido diluyendo.
El abasto es otro motivo de discordia, pues los pobladores de Honduras, que no resultaron afectados, exigen que también se les entreguen despensas, y hasta han tratado de presionar a las madres franciscanas Misioneras de María para que les den alimentos.
Las autoridades ejidales mantuvieron bajo llave varias semanas más de 300 despensas destinada a los damnificados. Sólo han dado una parte. Su argumento es que el abasto debe ser para todos, no sólo para los que sufrieron daños.
En las comunidades que están más adentro todavía, dicen las franciscanas, la situación está peor, debido a que a muchas sólo se puede llegar a pie después de varias horas y es imposible llevar abasto.
Invaden viviendas de Consorcio Viva; se niega a indemnizar
Un grupo de damnificados del fraccionamiento La Primavera, en Tapachula, invadió un centenar de viviendas de interés social de Consorcio Viva, debido a que las casas que habitaban las construyó esa empresa y ésta se negó a reparar los daños.
Los damnificados explicaron que permanecerán en el lugar en tanto no los indemnicen por la pérdida de sus hogares.
Aumentará el número de niños sin educación
Antes de los desastres provocados por Stan, en Chiapas había 92 mil niños que no tenían acceso a la educación, de los cuales Tapachula ocupaba el primer lugar con 7 mil 500, ahora se considera que son muchos más, comentó Mauricio González Oviedo, funcionario de Políticas Públicas del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia en México.
Reconoció que los desastres mermaron los buenos resultados que estaban logrando y que ahora tendrán que duplicar los esfuerzos, porque no sólo se trata de volver a iniciar con los que por factores como la pobreza no podían ir a la escuela, sino también con los que no están tomando clases porque sus escuelas desaparecieron.
Archivos en peligro
En el municipio de Suchiate, las graves inundaciones provocaron también la destrucción de parte de la memoria histórica de ese pueblo y de cerca de una veintena de lugares del Soconusco.
El director general del Archivo General de la Nación, Jorge Ruiz Dueñas, dijo que si bien las recomendaciones internacionales son conservar los archivos históricos en zonas de riesgo no se puede hacer mucho en el sureste mexicano porque toda la región es zona de riesgo.

EL DENGUE

EL DENGUE

¿Qué es?
Es una grave enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti.
Se presenta en dos formas: fiebre de dengue y fiebre hemorrágica de dengue.
La fiebre de dengue es una grave enfermedad de tipo gripal que afecta a los niños mayores y a los adultos, pero rara vez causa la muerte.
La fiebre hemorrágica de dengue (FHD) es otra forma más grave, en la que pueden sobrevenir hemorragias y a veces un estado de choque, que lleva a la muerte. En los niños es sumamente grave.
Las personas que teman haber contraído FHD o dengue deberán acudir inmediatamente al médico. La fiebre hemorrágica de dengue es una enfermedad mortífera para las personas y el diagnóstico temprano, seguido del oportuno tratamiento puede prevenir la muerte. Si no se aplica inmediatamente el tratamiento adecuado, el enfermo puede caer en estado de choque y morir.
Los síntomas de la fiebre de dengue varían según la edad y el estado general de salud del paciente. Los lactantes y los niños pequeños pueden presentar un cuadro de fiebre y erupción "sarampionoide", difícil de distinguir de la gripe, el sarampión, el paludismo, la hepatitis infecciosa y otras enfermedades febriles. Los niños mayores y los adultos pueden tener síntomas análogos o un cuadro sintomático variable entre leve y gravísimo.

Características de la fiebre de dengue:
Aparición brusca de fiebre alta.
Fuerte cefalea frontal.
Dolor retroocular que se exacerba con os movimientos oculares.
Pérdida del sentido del gusto y del apetito.
Erupción tipo sarampionoso en el pecho y en los miembros inferiores.
Náuseas y vómitos.

Características de la fiebre hemorrágica de dengue y del estado de choque:
Síntomas análogos a los de la fiebre de dengue.
Dolor de estómago intenso y continuo.
Piel pálida, fría o pegajosa.
Hemorragias nasales, bucales o gingivales y equimosis cutáneas.
Vómitos frecuentes, con o sin sangre.
Insomnio e inquietud.
Llanto continuo.
Sed exagerada (boca seca)
Pulso rápido y débil.
Respiración difícil.
Desvanecimientos.

Los más expuestos:
Los niños, los turistas y los viajeros suelen ser las personas más expuestas a la transmisión del dengue. Sin embargo, también están en peligro los adultos que viven en zonas endémicas.

El mosquito del dengue:
Es el Aedes aegypti, un pequeño insecto blanquinegro con rayas en el dorso y las patas. Los mosquitos que transportan el virus del dengue transmiten la enfermedad a la persona que pican.
El mosquito mide aproximadamente 5 mm.

¿Cuándo pican los mosquitos del dengue?
Pican en las primeras horas de la mañana y al final de la tarde.

¿Dónde vive el mosquito del dengue?
Se posa en el interior de las viviendas, en locales cerrados y otros sitios oscuros. En el exterior elige los lugares frescos y en sombra. Las hembras ponen los huevos en el agua acumulada dentro, y en los alrededores de las casas, escuelas, etc. de los pueblos. Las larvas que salen de los huevos del mosquito viven en el agua durante una semana y después se transforman en ninfas redondeadas que al cabo de un día o dos dan paso al mosquito adulto, listo para picar.

¿Dónde se cría el mosquito del dengue?
En todo tipo de recipientes en los que se acumula accidental o deliberadamente el agua, tanto al sol como a la sombra. Entre sus criaderos favoritos se encuentran barriles, tambores, frascos, ollas, baldes, flores, tiestos, tanques, cisternas, botellas, latas de conserva, neumáticos, bandejas de refrigerador, estanques colectores, bloques de cemento, urnas funerarias, axilas de las hojas de las plantas, tocones de bambú, huecos de los árboles y otros muchos sitios en los que se acumula o deposita el agua de lluvia.

El dengue está en aumento. ¿Por qué?
Aumento de las poblaciones urbanas.
Proliferación de criaderos por:
Abastecimiento de agua deficiente.
Prácticas tradicionales de conservación de agua.
Recogida de basura deficiente (que favorece la formación de criaderos de mosquitos).
Nuevos modos de vida.
Rapidez de los transportes:
Desplazamientos de personas infectadas.
Diseminación de los mosquitos del dengue.
Otros factores relacionados:
Educación sanitaria deficiente.
Recursos financieros ilimitados.
Insuficiencia de los programas de control de mosquitos.
Resistencia de éstos a los insecticidas.

¿Cómo se propaga el dengue?
La enfermedad se propaga por la picadura de un hembra de Aedes aegypti infectada, que ha adquirido el virus causal al ingerir la sangre de una persona con dengue. El mosquito infectado transmite entonces la enfermedad al picar a otras personas, que a su vez caen enfermas, con lo que la cadena se perpetúa.
Como no hay manera de saber si un mosquito transporta o no el virus del dengue, la gente debe tratar de evitar toda clase de picaduras y de otras enfermedades transmitidas por esos insectos.